Colosal
El próximo 1 de noviembre se cumple un año del arranque de Drift, el monumental desafío que empezó como una bravuconada. Sin tener claro a dónde les llevaría la deriva de su proyecto, los británicos Karl Hyde y Rick Smith (Underworld) se comprometieron públicamente a lanzar un tema cada jueves durante un año. Al final del recorrido, pensaban, tendrían una hermosa librería digital con 52 temas, un montón de material adyacente y una experiencia épica que contar.
Los maestros de la electrónica han cumplido su promesa diligentemente. El mes pasado anunciaban que “Drift Series 1” será publicado en formato de box set, una caja que contendrá 7 discos con 50 temas, un Blu-ray con 30 films y un libro a todo color con fotos, poemas, comentarios y letras de canciones.
La idea inicial del experimento consistía en abrir en su página oficial www.underworldlive.com una plataforma que alojase el torrente de nuevos títulos que estaba por llegar, música hermanada con otras disciplinas (vídeo, poesía, etc.) a lo largo de un año completo. En su carrera ya había un precedente similar: el proyecto “Riverrum” de 2005 (tres suites de media hora, únicamente disponibles online).
Los artistas han confesado que la idea surgió como un reto contra el aburrimiento, por su curiosidad innata y las ganas de probar algo nuevo que los dejara exhaustos, pero “Drift” pronto encontró su propio camino. La iniciativa se abrió a las colaboraciones de lo más variado, como el cineasta Simon Taylor (miembro del colectivo Tomato), la banda de improvisación The Necks, el productor Ø [Phase] o el analista de economía Aditya Chakrabortty.
Underworld ha llevado bien la presión de los plazos de entrega tan ajustados. Lejos de entorpecer su proceso creativo habitual, la dura disciplina que ellos mismos se impusieron parece liberarlos de entretenerse o dispersarse. Como una severa dieta depurativa, “Drift” ha puesto orden a su metodología de trabajo y ha favorecido su expresividad. El resultado es una versión contundente de sí mismos, esquemática, de trazo grueso. Aunque contiene algún hit bailable, predominan los mantras introspectivos en una línea serena.
Escucha la playlist actualizada en Spotify.