Listado de la etiqueta: DJ


«Agradar a los demás nunca debería ser el objetivo. Si te enfocas en las expectativas limitas tu creatividad»

Productor, dj, fundador de varios sellos discográficos, el alemán Steve Bug es uno de los nombres esenciales de la historia de la música electrónica de los 90 y 2000, inevitablemente ligado al minimal, etiqueta más que discutible, como todas, según defiende en esta entrevista con motivo del lanzamiento de su nuevo álbum ‘Never Ending Winding Roads’. Hablamos de sus procesos creativos, del nuevo Prophet 5 y de su segunda pasión: la escalada indoor.


Has dicho que ‘Never Ending Winding Roads’, tu último trabajo, es el álbum del que te sientes más satisfecho hasta la fecha. ¿Podrías darnos más detalles acerca de toda esa satisfacción?

Creo que este álbum en particular funciona particularmente bien como una sola pieza. Eso me encanta, hay una gran variedad de estilos, pero todo encaja de maravilla entre sí.


¿Había un proyecto inicial, una línea preconcebida de trabajo o tiraste hacia delante sin más?

En el primer confinamiento retomé unos cuantos proyectos de 2019 que no había podido terminar y me puse a hacerlo. Surgieron unas cuantas ideas nuevas y de repente me encontré con que tenía unos seis o siete tracks que funcionaban bien juntos. Ahí fue la primera vez que pensé que ese material podía convertirse en un álbum. Seguí componiendo temas y revisitando otros proyectos del año anterior hasta que tuve los 11 que finalmente componen el disco. Incluyendo la mezcla de todo, probablemente me llevó dos meses, tal vez algo más.


Llevas en la música casi 30 años y tu primer álbum, si no me equivoco, es de 1996. Desde entonces hasta ahora has acumulado un enorme conocimiento sobre producción musical. ¿Cómo manejas no perder espontaneidad al producir a pesar de todo ese track record?

Creo que de alguna forma conservo un enfoque lúdico cuando empiezo a trabajar en nuevos tracks. Me encanta estar en el estudio y cacharrear con sonidos, ritmos, plugins… Para mí es importante no forzarme a terminar nada. Me encanta perderme en un loop hipnótico durante horas, y no me preocupa si alguna vez se convertirá en un tema o no [curiosidad: el primer track del nuevo disco se llama ‘Ludic Loops’. Está claro que éste sí lo consiguió]. Cuando tengo algo que siento que vale la pena terminar, lo hago. De lo contrario, puede seguir siendo una idea hasta el fin de los días. O podría terminarlo en otro momento, cuando vuelva a abrir el proyecto alguna vez en el futuro. Vamos, que no voy al estudio pensando en hacer un lanzamiento, voy porque disfruto estando allí. Y si al final de ese camino hay un track, pues mejor que mejor.


¿Nunca te has sentido prisionero de lo que se esperaba de ti musicalmente?

Hace unos años tal vez un poco, pero siempre me he esforzado en crear música que me guste a mí, sin pensar en qué opinarán los demás de ella. Y cuanto más he profundizado en esa idea, menos me han preocupado las opiniones ajenas. Por supuesto que es increíble cuando a la gente le gusta lo que haces, pero agradar a los demás nunca debería ser el objetivo. Si te enfocas en las expectativas limitas tu creatividad.


De todo el material que acumulas, ¿cuánto queda atrás?

No lo sé, la verdad. Cada año es diferente. Ahora creo que he sido capaz de no dejar demasiado. Pero no siempre es el caso. Aunque, de nuevo, para mí no se trata de terminar el material, sino del proceso en sí mismo, así que realmente no hay nada que se ‘desperdicie’.


Entre las máquinas con las que trabajas, ¿hay alguna que haya sobrevivido décadas y todavía esté entre tus preferidas? ¿Se deja sonar en ‘Never Ending…’?

Han sobrevivido muchas y uso un montón de ellas normalmente. Pero ‘Never Ending Winding Roads’ fue compuesta y producida completamente ‘in the box’. Solo durante la mezcla usé una consola analógica. No estuvo planeado, tan solo sucedió. A principios de 2019 estrené un ordenador cargado con un montón de software nuevo. En el primer confinamiento finalmente tuve tiempo de explorar todo ese material y me dejé llevar por las posibilidades y la calidad de esos plugins actuales. Especialmente el nuevo Arturia V Collection, así como algún material NI, el nuevo Logic X y los plugins UAD están en el álbum. Para alguien como yo, que normalmente utiliza un montón de hardware, fue de lo más sorprendente no sentir en ningún momento la necesidad de encender un sinte. Eso sí: ahora que el álbum está acabado, estoy deseando trabajar otra vez con aparatos. Especialmente desde que hay una versión Rev4 del Prophet 5. El Prophet 5 fue uno de mis primeros sintes, pero lo vendí hace unos años porque me daba muchos problemas. Hace unas semanas me he comprado un Rev4. No he tenido tiempo aún para meterme de lleno con él, pero es algo que sucederá a mediados de enero, cuando mi nuevo estudio esté en marcha.


Inevitablemente, para los que hemos vivido el desarrollo de la música electrónica desde los años 90, tu nombre está muy ligado al minimal. ¿El minimal ha muerto o está ‘making its transition’? 

Nunca he sido aficionado a etiquetar la música. No pienso en géneros. Compro música que me gusta, que me mueve a mí y a mi cuerpo, no importa si es deep house, minimal, techno o alguno de los otros estúpidos nombres de géneros que hay por ahí. Además de que la mayoría de los géneros cambian musicalmente a lo largo de los años. El minimal, por ejemplo, se estaba volviendo bastante ‘maximal’, cargado de efectos especiales, build ups, etc. Estando ya bastante muerto se convirtió en dubby house y techno, y ahora en un tipo de tech house. El deep house pasó de ser algo hipnótico bastante clásico con cuerdas y voces repetitivas a convertirse en algo que ahora se etiqueta como house melódico y techno, o incluso progresivo. Como puedes ver, catalogar música por géneros no funciona. Pero si de lo que hablamos cuando hablamos de minimalismo es de tracks con pocos elementos, creo que todavía hay muchas cosas geniales, si no más que nunca.


¿Qué rollo te ha cortado el coronavirus?

Lo primero de todo es que he tenido la suerte de no perder a ningún amigo o familiar por su causa. No puedo ni imaginar qué se siente al perder a alguien sin haber podido despedirte de él. En lo personal, tuve que dejar de viajar y pinchar frente a público. Algo que echo mucho de menos. Tras el verano perdido, sin poder pinchar ni salir, las cosas empezaron a parecer casi normales. Volví al gimnasio, a quedar con amigos (manteniendo la distancia social, por supuesto). Pero ahora, en el segundo confinamiento ‘soft’, con las instalaciones deportivas cerradas otra vez, mi segunda pasión después de la música, el búlder/escalada, se ha acabado también. Echo de menos ver a todos mis amigos juntos, cenar en restaurantes o tomarme una copa en un bar. Pero por lo menos he sido capaz de mantenerme en forma y sano y trabajar en música. Sólo deseo que el Gobierno apoye más a la gente con profesiones creativas. El dinero es otro rollo.


En una entrevista para ‘Vanity Dust’ dijiste: “Los clubes son uno de los pocos lugares que nos quedan para liberarnos de todo”. De repente, no hay clubes. ¿Qué nos queda para liberarnos?

Buena pregunta. He pasado tantos años en clubes que puedo sobrevivir un año sin pisar uno. Pero ¿qué hay de esos que justo ahora han alcanzado la edad en que se les permitiría entrar en clubes? Debe de ser una sensación rarísima. Y entiendo que la gente esté quedando por ahí para hacer fiestas, aunque eso desgraciadamente no ayude con la situación en que nos encontramos. Por otro lado, últimamente me he dado cuenta de que para un montón de personas hacer deporte también ayuda a quitarse de encima las preocupaciones diarias. Ahora que ambas cosas están prohibidas, puede que eso lleve a la gente al límite. Solo espero que sepamos manejar la situación, mantener la mente sana y encontrar alguna otra forma de desahogo. Estos son definitivamente tiempos difíciles para todos. Esperemos que la cosa mejore el año que viene.


¿Me puedes recomendar a un productor que aún no sea mundialmente famoso pero al que decididamente haya que seguir la pista?

Podría decir un montón de nombres, aunque normalmente no lo hago, creo que la gente debe explorar por ella misma. Pero desde que Buraq publicó su tercer disco en Sublease Music, decididamente recomiendo escucharlo. Me encantan sus producciones. Y también echadle una escucha a Zeu5, su sonido dubby house/techno es increíble. Ah, y Cinthie, aunque ella ya es una estrella…


Una curiosidad: ¿por qué elegiste ‘Bug’ (bicho) como nombre artístico? 

Solía conducir un Volkswagen escarabajo, también apodado ‘el bicho’, así que supongo que tenía sentido, jajaja.


¿De quién te gustaría leer las respuestas de una entrevista como esta?

De Mike Banks, de Underground Resistance.


Por Yiyi Jolie
@JolieYiyi

“El Techno está hoy muy fuerte y en fase de acelerar el pitch, lanzar la pegada cada vez más dura y hacer sudar a la gente en la pista”

Sus fans más devotos, que se cuentan por miles, se llaman a sí mismos ‘fatimeros’ y la siguen festival por festival. Porque sus sets tienen algo de ceremonial, en el mejor sentido, y ella una personalidad musical labrada, tonterías las justas, a lo largo de 20 años de techno. Este verano se le ha ido a la porra con la Covid-19 (entre otras cosas preparaba su primera gira por Australia), pero cuando te cuenta la lista de tracks y discos que va a publicar de aquí a enero de 2021 te deja loca. Su energía parece incombustible, tanto como los golpes de kick que reparte sin miramientos en sus nuevos trabajos.

Cuando he escuchado tu nuevo track ‘Forget’ me he dado cuenta de que me había olvidado de lo que significaba la palabra hardcore (eso es porque me he hecho mayor, y salgo poco). 

Si ‘Forget’ te parece hardcore, estoy de acuerdo contigo en que te has hecho mayor, jajaja.  Fue justo mi ultimo track producido antes del confinamiento. Es una vocal mía y aunque tiene bastante energía, es menos duro que todo lo que he hecho después. Cuando produzco trato de hacer música para luego pinchar y mi objetivo es hacer que la gente baile, disfrute y lo dé todo.

¿Algún otro disco por delante? Todos mis entrevistados de estos meses parecen coincidir en haber aprovechado el encierro por el coronavirus para producir montañas de música. 

La verdad que puedo decir que han sido mis meses más productivos. Hubo días muy agobiantes por la incertidumbre de la situación, pero otros conseguí aislarme de las noticias, me centré y pude disfrutar a tope en el estudio. Al final acabé varios temas que tenia empezados desde hacía tiempo y también hacer otros de cero, con un resultado, para mí, brutal. De hecho, he tenido la suerte de probarlos con buen sonido y con gente en pista y estoy muy satisfecha. Como guinda, todos los tracks saldrán durante lo que queda de año en sellos que me encantan. Recientemente se ha publicado mi EP ‘Action’ con tres tracks en Autektone Records de T78 más dos remixes; en agosto tengo uno en los ‘Series’ de Odd Recordings, el sello de Ramiro López y Arjun Vagale; en octubre, otro EP con dos tracks en otro sello brutal como es Octopus, de Sian; en septiembre un track en el sello del club suizo Space Monki; en noviembre otro en Set About, de Metodi Hristov, y en enero otro EP más con dos tracks en IAMT, de Spartaque. Sin duda, mi periodo mas productivo en el estudio y también muy motivador, porque he conseguido acercarme más que nunca al sonido que quiero. Ahora estoy inmersa en mi primer álbum para poder sacarlo en mi sello Silver M durante 2021.

Qué barbaridad. Por contra, ¿quién se va a quedar sin poder bailar contigo este verano?

Pues bastante gente, me temo, tenía un verano lleno de fechas, creo que algo más de 30, muchas muy interesantes, y también tenía unas ganas enormes… Ha sido muy duro ver cómo se han ido cancelando todos los festivales y eventos. Cuando llevaba un mes de confinamiento dejé de mirar el calendario. Por suerte algunas se repetirán el año que viene, si todo mejora. Tomorrowland, Dreambeach y unos cuantos festivales más ya tienen fecha, otros veremos que pasa. También tenía mi primer ‘tour’ en Australia, que me dio mucha pena no poder hacer; clubes muy potentes en Estados Unidos, incluyendo mi primera vez en San Francisco, que todavía no conozco… Pero seguro que algún día se podrá hacer. Habrá que ser optimista y seguir disfrutando de la música donde se pueda.

Tus fans no solo son legión, son ‘fatimahajjiistas’. Te deben estar echando muchísimo de menos. ¿Hay ya por delante algún evento donde puedan volver a verte, qué tienes a la vista?

 Jajaja, algunos de ellos se llaman a sí mismos ‘fatimeros’. La verdad es que soy muy afortunada, me siento muy apoyada y muy querida allá donde voy, al final es lo que da sentido a todo en los momentos difíciles. Yo hago música para que la gente disfrute y también para disfrutar yo misma. Conseguir eso y recibir tanto cariño a cambio es genial. Acabo de estar en Cullera (València). Lo que está por venir todavía es una incógnita, pero se ira anunciando cuando esté asegurado.

¿Cómo ha cambiado Fátima Hajji como dj en todos estos años de profesión que llevas a la espalda? ¿Eres más precisa? ¿Más autoexigente? ¿Más atrevida?

Siempre he sido muy exigente conmigo misma, quizá a veces demasiado (la gente que me conoce lo sabe bien). Tuve una época en la que intenté corregir eso, pero me di cuenta de que es algo que forma parte de mí y he aprendido a convivir con ello; me he dedicado de lleno a lo que hago y la verdad es que me encanta. Para mí, una de las claves es no parar nunca de hacer lo que amas, aunque a veces centrarte tanto en algo puede hacer que te pierdas otras cosas; con los años he aprendido a mantener la dedicación a mi pasión y combinarla con otras facetas de la vida. Los 20 años que llevo en la música han sido un aprendizaje constante, algo que hace que mantenga las ganas y la energía siempre renovadas. Nunca te puedes cansar si sigues conociendo cosas nuevas. Yo empecé con techno, luego me fui al hardgroove, más tarde llegué al hard techno, que fue donde empecé a ser más conocida. Cuando ya no encontraba tracks nuevos para mis sets tuve una etapa de búsqueda de nuevos sonidos donde incluso pinché tracks de tech house en mis sets y luego volví al techno de lleno, cada vez un poco más contundente, que es donde estoy cómoda ahora mismo.

Y entretanto, la noche, ¿cómo ha cambiado? ¿Ha habido recambio generacional en el público del techno o somos los mismos de siempre con más ‘mochila’ de años?

Hay una mezcla de las nuevas generaciones que se suman al clubbing cada tres o cuatro años junto con los que ya tienen más edad pero siguen asistiendo a eventos. Esa unión es la que hace que la escena esté fuerte y que se puedan hacer eventos, en ocasiones, tan multitudinarios. Para mí es una alegría inmensa ver a la gente joven que asiste a sus primeras fiestas, es muy buena energía, y verlos junto a gente que lleva una gran parte de su vida disfrutando, viviendo y formando parte de la escena es estupendo.

¿Hay más mujeres que hace 15 años entre el público? Siempre me ha gustado observar al público y –durante mucho tiempo al menos–, no solo había más tíos entregados al tema, sino que siempre me parecían en general más interesados por la música que ellas.

Rotundamente sí. Siempre me han dicho que en mis sets (supongo que pasa con cualquier chica dj) suele haber un porcentaje más elevado de chicas que en otras fiestas. Y es cierto que suelo ver a muchas en primera fila. Aunque no suelo ir a otras fiestas, y que no en todos sitios es igual, pero en general siento que hay muchas mas mujeres y eso es genial; cuanta más diversidad, más felicidad y mejor ambiente. Y realmente creo que a las fiestas de techno la gente va porque realmente ama esta música.

La de dj es una profesión donde siempre hay alguna controversia de lo más encendida. Me acuerdo de la polémica (no sé si se ha apagado ya o no) de vinilos vs. CDs; la de los dj que hacían como que pinchaban pero no (el mítico vídeo de David Guetta analizado al detalle donde se veía que no le daba a nada que estuviese encendido)…  Y ahora, con los streamings, la eterna polémica del intrusismo en la profesión anda de lo más acalorada. ¿Hay alguna prueba del algodón para desenmascarar a un mal dj solo con verlo?

La electrónica ha crecido mucho en los últimos años, cada vez atrae más atención de más gente y muchos lo vivimos con gran pasión. A la vez crece el numero de djs y su variedad, en todos los aspectos. Con estos ingredientes es lógico que surjan controversias, al final es un indicador de que esto esta muy vivo y sano. Yo creo que la mejor prueba del algodón es centrarse en lo que a uno le llene. En vez de perder el tiempo en criticar lo que no te gusta, ignóralo y disfruta de lo que sí te gusta. A veces puede ser difícil, pero a la larga da muchas más satisfacciones. Por cierto, personalmente he sido siempre muy provinilo, pero llegó un momento en que su fabricación se cortó y tuve que adaptarme al digital. En mis videosets de ‘Stayathome’ he tenido el placer de poder pinchar más vinilos de lo habitual, pero es cierto que en los festivales y en muchos clubes es raro que los use porque por un lado es difícil encontrar una cabina con las condiciones idóneas tanto de ecualización, vibraciones, etc. como para poder hacerlo bien, y por otro, aunque la producción de vinilos ha crecido, la música que elijo para mis sets raramente aparece en este formato.

¿Y hacia dónde va el techno? ¿Hay algo excitante –qué sé yo, nuevos patrones rítmicos, nuevas estructuras, subgraves aún más graves… – en el panorama?

Lo que yo he vivido son ciclos. Cuando empecé a escuchar techno, hace 22 años en mi zona (Castilla/Salamanca) empezó cada vez a ser más groove, duro y rápido, luego vino el minimal, que tuvo un gran impacto a nivel clubbing y mucha gente del techno echó el freno a los bpms. Pero poco a poco el minimal fue desinflándose y el techno se volvió de nuevo más duro y rápido, luego el tech house volvió a dar un vuelco a la escena y algunos djs de techno bajaron de nuevo la velocidad y la contundencia. Ahora pienso que estamos en otra época donde el techno está muy fuerte y en fase de acelerar el pitch, lanzar la pegada cada vez más dura y hacer sudar a la gente en la pista de baile. Es un proceso en el que van saliendo cosas nuevas, se reciclan sonidos antiguos y aparecen nuevos géneros algunos de los cuales se quedarán. Es realmente bonito porque refleja cómo está de viva la escena.

Supongo que en el mundo del djing, como en todas las demás profesiones, hay colegas estupendos y mendas que son idiotas perdidos. No te voy a preguntar por los segundos pero sí de los primeros. ¿Quién es el dj más majo del mundo y por qué?

Carl Cox siempre está sonriendo y es amable aunque venga con el jet lag del siglo.

Una curiosidad loca que tengo: ¿está por fin totalmente erradicada del planeta la costumbre de algunos miembros del público de acercarse a una cabina a pedir un tema?

Jajaja, hace ya tiempo que no me piden… Bueno, en ocasiones me piden algún track mío.

¿De quién te gustaría leer las respuestas a una entrevista como esta?

De Monika Kruse, tiene muy buena energía.

Lo intentaremos.

Por Yiyi Jolie
@JolieYiyi

“Ver cómo djs financieramente acomodados hablan estos días de lo preocupados que están ante la posibilidad de convertirse en ‘artistas hambrientos’ es repugnante”.

Está entre los más grandes del techno. Y en más de un sentido. Porque mientras la escena se degradaba progresivamente a lo largo de la última década, él seguía siendo ese dj con principios que pinchaba igual de bien delante de 20 que de 20.000; el que no aceptaba adaptar su música a este o aquel ambiente; el que acaba de pedirle a djs y festivales que devuelvan el dinero de las entradas de los cancelados al público; el que se pregunta en su página de Facebook cuál debe ser la responsabilidad del dj cuando se vuelvan a abrir los clubes, aún bajo la amenaza del coronavirus. A sus 52 años, este inglés exilado en Ámsterdam, el Barón del Techno, que define su actitud ante la vida como punk y anarquista, es un monumento vivo a la integridad. Y al hardcore. De lo mejor que ha dado la electrónica en toda su historia.

Como reacción al confinamiento, muchos djs y productores se han puesto a hacer streamings. ¿Qué opinas sobre estas sesiones solitarias? ¿No crees que devalúan la experiencia?

Hay gente que cree que tiene que ser el centro de atención todo el rato y pierde el norte; están también los que se sienten como si alguien les estuviese arrancando la alfombra bajo sus pies. Y en medio de estas dos actitudes hay muchos otros. ¿Qué consiguen con el streaming? Bueno, deja al descubierto, de entrada, que bastantes Insta djs no tienen ni idea, porque cuando la cámara está cerca ves que todo es un fake, que tocan los controles y no pasa nada. Eso me parece divertido. El streaming también ayuda a determinados artistas a mantenerse en contacto con sus fans. Yo tengo la suerte de conducir unos cuantos programas de radio, uno de ellos semanal y que se oye a través de más de 100 canales, así que creo que ya estoy bastante expuesto… Si yo hago un streaming, detrás debe haber un criterio. Para empezar: ¿tengo una relación con la gente que lo está pidiendo? Segundo: ¿estoy compensando un evento que ha sido cancelado? Y tercero: ¿hay detrás una buena causa?

Siempre te has distinguido por un enorme respeto hacia tu trabajo. Has rechazado actuar en ambientes que no considerabas aceptables para tu música, por ejemplo. ¿Cómo has logrado atravesar tres décadas manteniendo intactos tus principios?

A veces he tomado malas decisiones, pero al menos han sido mías… Tengo un manager, pero sólo para mis discos. En lo que respecta a pinchar soy yo quien decide, y la música está en primer plano, porque no tengo que pagarle una comisión a un manager. Se dice que algunos se llevan hasta un 50% de los honorarios de los artistas, sobre todo de los que empiezan, de manera que esos djs no tienen todo el control sobre su visión artística, por desgracia.

¿El techno es ideología? Djs como Claude Young han salido muy decepcionados tras las grandes expectativas que se crearon en las primeras décadas alrededor del underground como una forma de vivir, de pensar, de colaborar…

El techno ha sido contaminado, el dinero lo ha desfigurado. Los djs de techno verdadero aún están ahí, igual que lo están algunos de los promotores, pero en general se le ha cambiado el packaging por el de una máquina sombría de hacer dinero.

En mi familia, ver el vídeo de ‘What Was Her Name’ (el tema es de 2003) lleva años siendo ritual obligado en cualquier celebración. Es una comunión de techno y punk. ¿Aún crees en esa cara del techno, en su ‘espíritu punk’?

El punk va de cuestionar el status quo, creo que eso es siempre necesario.

Mantienes un contacto muy directo con tus fans a través de Facebook, pero también fuera de la red, como cuando has intentado defenderlos de las intenciones de algunos organizadores de no devolver el dinero de las entradas de festivales cancelados. ¿Es importante no perder nunca la perspectiva de la audiencia?

Lo es, para recordar cuando eras pobre, para no olvidarlo nunca. Para recordar que tú eras público, y cómo te sentías cuando no sabías si te pagarían. Ver cómo algunos artistas financieramente acomodados hablan estos días, en las circunstancias actuales, de lo preocupados que están ante la posibilidad de convertirse en “un artista hambriento” es repugnante.

Creo que aún sigues subiéndote al escenario sin preparar tus sets. ¿Es una cuestión de prurito profesional, sentido del deber hacia el público o una cuestión de puro disfrute?

Simplemente hago lo que hago, la preparación carece de sentido casi siempre, se trata de pinchar como crees que debes hacerlo, sin ningún tipo de obligación.

¿Qué influencia tiene el público en el resultado de un set? ¿Es importante su actitud?

Yo pincho como quiero. Solo eso.

El primer set tuyo que escuché fue uno en The Loft, en Barcelona. Precisamente el 5 de junio tenías que actuar allí. La comunidad techno española siempre te ha recibido con grandes alharacas. ¿Algún club o festival que hayan dejado una marca especial en ti?

Mi affaire amoroso con Barcelona empezó con Nitsa y el Sónar, pero The Loft y Razzmatazz se quedaron grabados en mi corazón y siempre me lo he pasado en grande actuando allí.

Tu último disco como productor es del 2017. ¿Cuál es tu relación con los álbumes una vez que los has acabado? ¿Los reescuchas?

Raramente, me parecería algo rarísimo.

¿‘Respect’ es aún la mejor palabra del diccionario del clubbing?

Sí, pero la mayor parte de los artistas ha perdido el libro.

Por Yiyi Jolie
@JolieYiyi

“Lo de los festivales en Instagram me suena horrible”

Escribe Javier Blánquez en su mítico libro ‘Loops’ al hablar de los 90 y respecto al colectivo No Future, donde brillaban entre otros nombres como los de Cristian Vogel y el de mi entrevistado, el escocés Dave Tarrida, que todo lo que se facturaba bajo esa marca implicaba “unas reglas siempre destructoras (…), masacrar la pista de baile con bombos que no respetan el cuatro por cuatro ni la salud del público, jugar con el hip hop y la frecuencias dañinas y pervertir los esquemas una y otra vez”.

Han pasado casi tres décadas desde entonces, y Dave Tarrida sigue pergeñando atronadores bombos y los sonidos sintéticos más ácidos de la paleta del techno. Hablamos con él mientras anda embarcado en el proyecto musical ‘Save Drec!’ (Drec), y tras la publicación de su último EP, ‘Tormentor’ (Riot Radio). En ambos deja patente que el tiempo habrá pasado lo que tú quieras, pero los beats y las frecuencias dañinas, no.

¿Volveremos a bailar, Dave?

(Jaja) Sí, creo que sí, es sólo cuestión de tiempo. Aunque puede que las cosas tarden en volver a ser como antes.


Tu último proyecto es ‘Save Drec!’, una serie de tracks que se distribuyen de manera totalmente gratuita con el objetivo confeso de “apoyar la escena musical electrónica”. ¿De qué va exactamente?

Drec es un sello nuevo del este de Alemania que publica un techno realmente bueno. Habíamos llegado al acuerdo de lanzar un vinilo con esos tracks en algún momento del próximo verano, pero cuando el coronavirus nos golpeó, decidimos sacar los temas gratis para obtener algo de relevancia para el sello. Puede que en algún momento salgan en vinilo. Ya veremos.

Eres superprolífico. ¿Cuántos tracks van a salir de tu estudio en lo que dure la crisis del coronavirus?

Tengo un montón de música nueva. La crisis ha estado bien en lo que respecta a al tiempo que pasas en el estudio. Pronto tendré un nuevo álbum, aunque no sé exactamente cuándo. Se llamará ‘Glasgow Kiss’ y lo publicará el sello berlinés Varvet Records. Tengo otro EP titulado ‘There Is No Plan B’ que saldrá más tarde, en Mindcut Records.

‘Tormentor’ se lanzó en marzo. Cinco temas que son otras tantas lecciones de techno demoledor. ¿De dónde salen esos beats? ¿De qué máquina esos kicks?

El disco lo ha publicado el sello escocés Riot Radio. Conozco al propietario desde principios de los 90. Me gusta trabajar con gente que conozco desde los ‘viejos tiempos’. Hay un sonido muy específico que le gusta para su sello, así que me llevó un tiempo recopilar los cinco tracks que se adaptaran a lo que él quería. Los beats salieron de algún sitio de mi cabeza, no estoy seguro exactamente de dónde (jajaja). La mayor parte se hicieron superponiendo diferentes kicks analógicos de mi Elektron Rytm

Tu sonido también se mantiene fiel a lo acid. ¿Lo ácido es la dosis de diversión que completa al techno?

Siempre me ha encantado el sonido ácido. Los 303 [se refiere a los sintetizadores Roland TB-303] han tenido un lugar central en el sonido techno desde muy al principio por algo. Sencillamente, hay algo especial que funciona perfectamente con ese sonido ácido. Para mí, nunca envejece.

¿Algún tema de techno te ha impresionado últimamente por su poderío?

Sí, claro. Siempre habrá productores innovadores tratando de romper los límites establecidos de cada momento. No me viene a la cabeza ahora ningún tema concreto, pero muy a menudo, cuando escucho música en un club, hay temas que me impresionan.

Graves asesinos, percusiones rompeparedes… ¿Se puede ir más allá en el sonido o hemos tocado techo en lo que respecta a la potencia de las bases de techno?

Difícil cuestión. Probablemente hemos ido tan lejos como es posible con lo que tenemos ahora. Pero es posible que novedades tecnológicas nos lleven más allá en un futuro.

¿El tema de techno más brutal que has escuchado nunca?

Cuando oí por primera vez ‘We Have Arrived’, de Mescalinum United [Planet Core Productions, 1990. Muchos lo consideran el primer track de hardcore techno de la historia], pensé que era la cosa más brutal que había escuchado nunca. Ahora no suena tan demencial…, pero cuando salió, ¡parecía que era de otro mundo!

No es lo que sucede ahora, cuando se le critica al techno su inmovilidad. ¿Tiene sentido esa crítica o está nuestra cultura demasiado preocupada por la novedad?

Es cierto que en la escena actual, todo lo que escuchas parece que ya lo has oído antes, así que es difícil destacar. Creo que el mayor problema es que gran parte de los productores sólo hacen copias de lo que creen que está de moda, en vez de hacer la música que realmente quieren hacer.

Creo que vives ahora en Viena. ¿Hay una escena interesante?

Pues no, no es la mejor escena techno que digamos. Los clubes están más orientados al sonido comercial que al underground.

¿Y como sitio para vivir? De hecho, ¿me lo recomiendas? Estoy empezando a pensar en abandonar este país si encuentro algún sitio más divertido que este.

Sí, es buen sitio para vivir, muy bonito, con mucha historia. Mi mujer es austríaca y está claro que es un lugar estupendo para que crezca nuestro hijo. Eso sí: mis años en España fueron algunos de los más especiales de mi vida. Creo que su calidad de vida es perfecta para mí. Considero volver algún día


¿Hay algo que eches de menos del pasado, o el pasado da asquete?

Sí, echo de menos un montón de cosas. Es difícil explicar cómo era todo cuando empezó en los 90. Uno de las mejores cosas era la sensación de estar implicado en algo nuevo de verdad, algo que nadie había hecho. Casi 30 años más tarde todo te suena como si ya lo hubieses oído antes. ¡Pero eso no hace que me guste menos!

¿Y qué me dices del futuro? Personalmente los festivales en Instagram me parecen una mierda, y si eso es el futuro…

Bueno, tendremos que esperar hasta que volvamos a una especie de normalidad postcoronavirus. En pocos años habremos olvidado lo que ha pasado estos meses. Lo de los festivales de Instagram me suena horrible, sí.

Dave, eres una leyenda. Y necesito preguntarte esto sí o sí: ¿serlo te proporciona alguna sensación especial? Lo digo porque yo, por ejemplo, sí que siento una sensación especial ahora que estoy entrevistando a una leyenda…

¡Ja, ja, ja! Yo no me veo a mí mismo como una leyenda… Es sólo que he estado metido en el techno durante muchísimo tiempo. Pero eso no me hace sentir especial, sólo es algo que hago porque me encanta.

Por Yiyi Jolie
@JolieYiyi