Artista: Pablo Bolívar
Album: Must
Label: Avantroots Records
Slow
Olvida lo secundario. Déjate llevar. Mira al Oeste. Usa tu smartphone solo para hacerle una foto a tu chica. Usa tus chanclas solo como posavasos en la arena. Usa tu piel solo como membrana sensitiva para apreciar el atardecer sobre el mar. Usa tus oídos solo para adormecerte entre el murmullo de las olas y los arrumacos de la gente acomodada en cojines blancos.
Tal vez haya puestas de sol más hermosas en otros lugares del mundo, tal vez la atmósfera sea más cristalina en otra época del año, tal vez te hayas sentido más dichoso en otro momento de tu vida, pero nunca has estado rodeado de gente tan semejante a ti. Es súper metafísico y súper místico. Agua, Aire, Tierra y Fuego. “We Are One… (pero la bolsa es mía)”. ¿Sabías que este ocaso magnífico viene marcado con tres estrellas en la guía turística que me dieron en el ferry?
Pablo Bolívar ha hecho un disco contemplativo, sedante y voluptuoso. Must es música diseñada para insonorizar tus pensamientos, aplacar tus temores y silenciar el rumor de tu voz interior escrupulosa. Si lo dejas fluir libremente en tu cabeza, cicatrizarán tus remordimientos y ya no recordarás qué estabas pensando. Es dulcemente inocua, refrescante y placentera, como una crema astringente sobre una rozadura de medusa.
Este es un álbum elegante, apto para todas las edades. Más accesible y hedonista que sus anteriores trabajos de inclinación nocturna. Irremediablemente, huele a verano, pero a un tipo de verano muy específico. Quizás te lleve a un chiringuito high-tech con tumbonas de Philippe Starck, pero nunca a una turba de camisas blancas, olor a coco y mechas californianas, sedienta de experiencias trendy para lucir en Instagram.