RADIOHEAD «THE KING OF LIMBS»

Artista: Radiohead
Album: The king of limbs
Label: XL Recordings

Una vez más, el futuro entre nosotros

Entre las noticias de actualidad musical, pocas cosas pueden equipararse al lanzamiento de un nuevo disco de Radiohead. Por bagaje histórico, cualquiera de sus entregas cobra una consideración ilimitada, mirada con lupa hasta el más mínimo gesto, porque, a pesar de todo, la banda no deja de ser una de las pocas propuestas que han revolucionado verdaderamente el mundo de la música contemporánea (OK Computer el rock y Kid A la electrónica). Llegados a este punto, nadie debería pedirles ya nada; y, sin embargo, todos albergamos la esperanza de que vuelvan a hacerlo.

Nunca nos acostumbraremos del todo a los ríos de tinta que vierte la crítica seria con cada estreno del grupo, a las contrariedades que sufren sus seguidores, al grado de responsabilidad que se le exige a la banda y a los tribunales que se erigen para enjuiciar cada uno de los pasos que da. Ese seguimiento de tan estrecha vigilancia se debe, en gran parte, a que todavía son una constante gran esperanza blanca. Nadie se atreve a someter a ese grado de presión a cualquier otro artista de su escalafón. Si Radiohead no fueran reverenciados como una referencia vigente todavía, todo el mundo los considerarían unos locos trasnochados.

Ya en 1997, cuando entregaron el OK Computer a Capitol, la discográfica hablaba de “suicidio comercial”. Pocas bandas se han mostrado menos nostálgicas de su propio pasado que ellos, renunciando a sus más altos logros en defensa de su última propuesta. Si en términos generales los fans suelen mostrarse inmunes al desánimo (es necesario poco menos que aceite hirviendo para que renuncien a sus ídolos), en el caso particular de Radiohead, es un trabajo extenuante serles seguidor fiel. Cada nuevo disco es un desafío a los estereotipos preconcebidos sobre ellos. Una apuesta por la honestidad creativa, al margen del rendimiento comercial, que no ha dejado de sumar deserciones entre sus incondicionales a lo largo de los años.

Asentados en un estatus prestigioso de primer nivel, inquietos y perspicaces profesionales del mal sabor de boca, a vueltas de absolutamente todo, su carrera es una línea sinuosa hacia el desconcierto. Nos han habituado a la sorpresa y el listón está siempre por encima de las posibilidades de los demás. Todo esto sin hacer circo. Sin un ápice de prepotencia. Regalando música auténtica antes que mercadeando con la decadencia y la mediocridad.

Centrándonos en TKOL, he aquí una nueva muestra de todo lo que nos han venido ofreciendo siempre: consistencia, riesgo e innovación. Es inútil establecer comparativas mirando atrás. Inútil especular con la brevedad de sus ocho pistas (…con la de material nuevo que llevan presentando en sus directos). Inútil echar de menos las guitarras. Inútil todo sentimiento derrotista de pose forzada en horas bajas. Un disco seco, deshidratado, de ocho tracks (no ya canciones, pues no parecen canciones) desoladores, que ya no apelan siquiera al sentimentalismo lúgubre de un presente incómodo y un futuro incierto. Una bellísima madurez formal, de espaldas a convencionalismos de toda índole, en una puesta en escena sobre-comedida, serena e irreprochablemente moderna.

El pasado lunes 14 de febrero, con un escueto comunicado en Twitter, anunciaban la fecha de lanzamiento de TKOL.“Thank you for waiting…”. Señal inequívoca de que, al fin y al cabo, jamás han perdido contacto con su público y que una de sus características fundamentales sigue siendo la generosidad.

www.radiohead.com

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta