EMIKA «EMIKA»

Artista: Emika
Album: Emika
Label: Ninja Tune

Bassline

Disco debut (sin olvidar varios EPs previos) de otro artista que compone y graba encerrado en su habitación. La salvedad, aunque suene retrógrado decirlo, es que esta vez es chica. Las fuentes de las que bebe son las mismas: una cosmopolita fascinación por la noche clubber y las referencias de quien tiene el oído afinado a la última. La diferencia aquí reside en que la deslumbrante belleza de su trabajo evita toda afectación y amaneramiento. No encontramos debilidad blandengue al afrontar la creación de sus composiciones, sino decisión y audacia. Resulta contradictorio al expresarlo, pero este es un disco viril.

En ese sentido, Emika es una PJ Harvey de la electrónica.

Si la proliferación de sonidos bajos es la vía rápida para llevarnos a la oscuridad de la madrugada, en esta ocasión no veremos un rayo de sol. Podemos imaginarla provista de mira infrarroja, registrando paisajes crepusculares en los que las pupilas brillan como gemas verdes. Es música hermosísima y sorprendente que germina desde sonidos amargos, rudos y severos.

Además, la chica canta, pero su voz delicada dista mucho de reconfortarnos en una sensualidad condescendiente. Incrustada en un tejido de arreglos intrincados, es más desafiante que indulgente. La base vocal es modulada como un instrumento más en la filigrana de murmullos excepcionales. Parece el susurro de una cazadora de animales salvajes que nos ha echado el ojo y se acerca sin ser vista.

Al final creeremos firmemente que quienes desarrollan sus ideas entre las cuatro paredes de su cuarto producen música más arriesgada que los creadores dialogantes que comparten sus proyectos. Que en esos ecosistemas domésticos florecen propuestas insospechadas que nos dejan boquiabiertos al pisar la calle.

www.emika.co.uk

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